"Por debajo de la mesa" por José Antonio Villalobos

La narrativa del partido Movimiento Ciudadano ya es tan desesperada y sin sustento como la de los conspiracionistas terraplanistas: La verdad es harto inverosímil su dicho; Samuel García es quien incumple, no tanto por garantizar cierto monto en ingresos al presupuesto, su propósito es que; al no haber reglamentos que "regulen el ejercicio [gasto] del presupuesto", lo puede gastar discrecionalmente, redireccionar parte del presupuesto a otro fin, ese es el objetivo al no tener ley de presupuesto 2025.

Así es como opera la corrupción institucionalizada en el Nuevo Nuevo León, totalmente distópico, donde la realidad supera a toda ficción.

Hoy vivimos en efecto, en un Nuevo León, en el cual la realidad supera a toda ficción literaria, somos una sociedad distópica, es decir, una sociedad que se imagina indeseable, aterradora, producto de la desesperación de los mismos ciudadanos que deciden mal u omiten decidir, por tanto permiten la imposición de unos cuantos desesperación que permite sociedades opresivas, escenarios inquietantes y distorsionados; respuesta a nuestras elecciones colectivas. Ese es el Nuevo Nuevo León, una sociedad distópica.